Las camas están espantosas, el colchón todo se hunde, súper incómodo, no se descansa, el cable en la tele falla, la señorita que nos recibió nada amable, el buffet no está rico, quita el hambre pero no le echan ganas, no regreso. El único que salvó la estancia fue Francisco que conocimos el último día, el señor fue amable, atento y muy servicial