Siempre recordaré la visita a este hotel con cariño porque fue para reunirnos con amigos a quienes no veíamos desde hace mucho tiempo.
A pesar de estar muy recomendado, no regresé con la mejor impresión del hotel: la habitación que me asignaron en el check-in no estaba lista -- había alguien adentro pintando, el baño claramente había sido usado y no había control remoto para la TV, el servicio de camarista no fue ni el más limpio ni el más dedicado, por alguna extraña razón no se pueden pedir alimentos en la zona de la piscina, en la habitación no repusieron las botanas del intento de servibar que me comí, etc. En los buffets, había que corretear a los meseros para ordenar bebidas o para que se llevaran los platos sucios.
En cuanto a las instalaciones, el hotel es enorme y con grandes instalaciones. Hay muchas actividades para que uno nunca se aburra. Los animadores tienen la mejor actitud y hacen que el tiempo en la piscina pase rápido con sus juegos, sus bailes y sus concursos.
Había escuchado grandes cosas de la cadena Barceló, la verdad me quedó debiendo.