Dentro del estilo hipster y eco-friendly de San Pancho, el hotel Maraica ha sabido proponer una oferta de buena calidad a un precio razonable.
La habitación que nos asignaron fue amplia y cómoda, aunque algo ruidosa, ya que al ser la más cercana a recepción, todos los huéspedes pasaban junto a ella y se podían escuchar con claridad todas sus pláticas. El mismo problema de aislamiento acústico con la habitación contigua, a veces daba la impresión que los huéspedes estaban junto a nosotros.
Otro pequeño problema fueron los zancudos y otros pequeños animalitos en la cama (una especie de micro hormigas que nos dieron algo de lata).
Pero lo mejor de todo es la locación de este hotel, a escasos cien metros de uno de los mejores segmentos de la playa, donde está casi sola.