Un alojamiento espectacular !Esta en pura naturaleza ,rodeado de vacas ,caballos, solo se escuchan los pájaros . Trato familiar ,muy agradecidos a los dueños y personal. Tomar los desayunos caseros, típicos de la zona preparados con cariño en una terraza con vistas al océano y montañas ,es una pasada. Muy recomendable para desconectarse de la rutina diaria y disfrutar de los paisajes de la isla .Hasta pronto familia!