Nos alojamos en el bungalow premium, está genial y con parcela privada pero tuvimos varios percances. La cabina hidromasaje no funcionaba, el aire acondicionado se rompió el primer día (nos lo cambiaron por uno nuevo), la señal de antena por la noche se perdía. Nos dijeron que si algún día llegábamos más tarde de las 12 tendríamos que dejar el coche en el parking fuera de las vallas, pero nos encontramos una noche a las 2 de la mañana con la cancela cerrada, sin poder pasar ni nosotros ni el coche, llamamos a todos los teléfonos y porterillos pero nadie apareció (suerte que pudimos pasar por el hueco entre las dos puertas de la cancela). Y luego bueno, justo vinimos aquí porque admitían perros en el bungalow, y una mañana que fuimos a la playa nos llamaron diciendo que la perra estaba ladrando y nerviosa, que ellos no permitían que los perros se quedasen solos dentro del bungalow (pese a que yo llame para asegurarme de que se permitía dejarlos y me cobraron un suplemento por día) y me dijeron que si quería dejarla dentro tenía que pagar una fianza (cosa que no se me dijo desde el principio). Acepto que si está molestando a los demás clientes me llames para decirme que molesta, pero que me digas que no aceptas que se queden dentro del bungalow cuando expresamente lo he preguntado y he pagado por ello ya me parece un abuso. La piscina muy pequeña y atestada de niños que no dejaban espacio para nadar. Algo descontentos la verdad, no repetiremos en este sitio.