En general bien, lo único que me pareció muy mal y con lo que nos sentimos un poco estafados fue con el desayuno, nos cobraron 10€ por persona a pesar de ser huéspedes durante dos días(pagando 94€por noche), y ser un buffet muy normal, con el agravante de que las mesas no tenían manteles porque se les habían acabado y yogures había porque acababan de llegar,pero los tuve que pedir porque no los habían sacado.Mi sensación fue, que se aprovechan porque no hay ninguna cafetería cerca del hotel, mínimo 30 minutos andando para encontrar algún bar abierto,o callejear con el coche hasta encontrar dónde poder aparcar. Cuando llegamos el primer día el chico que estaba en recepción fue bastante escueto en las explicaciones y nos sentimos bastante incómodos con su actitud al vernos.Comimos en el restaurante del hotel, comida buenísima, calidad/precio muy bien. Solicitamos reserva para cenar y dudaron un poco porque, según las camareras, tenían un evento, cuando bajamos a cenar no vimos nada relacionado con dicho evento y cuando nos vieron aparecer los camareros dudaron en darnos mesa, (teniendo el comedor vacío), menos mal que estaba la camarera que nos atendió en la comida, (muy agradable, por cierto), sino, nos quedamos sin cenar. El hotel es una maravilla pero es una pena que detalles feos como lo de cobrar el desayuno (10€), el recibimiento del recepcionista o lo de la reserva de la cena, te quiten un poco la ilusión de volver a repetir en este hotel.