El hotel se encuentra a unos 10 minutos andando desde la estación de metro El Piraeus. Durante el fin de semana la zona del puerto está un poco apagada mejorando entre semana cuando abren los comercios, pero es un barrio poco bonito y apartado del centro. Saliendo desde el hotel, el centro de la ciudad está a unos 30 minutos en metro. El personal del hotel era muy amable y nos atendieron fenomenal. El desayuno era completísimo con platos calientes y fríos, bollería y fruta. Aunque en la habitación había unos pequeños desperfectos, era cómoda, grande y silenciosa. Destacan las toallas del baño (cosa que suele fallar) por su suavidad. No había muchos sitios alrededor para comer, pero fuimos a una "taberna" muy cercana y cenamos de maravilla.