El hotel ofrece dos tipos de habitación: villas para dos personas, o triple. Esta última habitación no es nada recomendable, ya que está justo encima del edificio de recepción, bar, comedor, y lo peor, la cocina, ya que sus ruidos y olores llegan a la habitación.Por el contrario, las villas para dos personas son excelentes: amplias, decoradas como cabañas africanas, baño con bañera y vistas, todo exterior, y lo mejor es que cada una dispone de un jardín particular con vistas directas sobre el mar, y con acceso casi directo al mismo.
A nivel general, la comida es fantástica, el personal muy atento, aunque algo lentos en el servicio. Es un hotel pequeño, muy agradable y perfecto si reservas las villa.