El hotel es muy nuevo. La habitación (estándar) fue perfecta: muy amplia y con los acabados, diseño y comodidades de un hotel de 4 o 5 estrellas. El personal fue muy amable. El restaurante que hay en el hotel, en el que pudimos cenar y desayunar, es altamente recomendable (el desayuno que se sirve con la estancia es excelente).
La zona está a unos 5-10 minutos caminando tranquilamente del centro, si bien hay que tener en cuenta que justo detrás del hotel, a una o dos manzanas, está el barrio "rojo", poco recomendable durante el día, y menos por la noche, si bien no afecta ni se nota para nada durante la estancia (comentario meramente a título informativo).
Se trata de un hotel de diseño, seguramente enfocado a hotel de negocios, si bien nuestra estancia fue por motivo de ocio (escapada corta a ciudad europea) y nos resultó perfecto.
De volver a Frankfurt, sería una de las principales opciones donde alojarnos de nuevo.