Casona del siglo XVIII, con mucha historia, para sentirse en otro tiempo, por ejemplo un patio para almorzar bajo la sombra de un inmenso y añoso árbol, en un pueblito parado en el tiempo y muy bien conservado, buena comida, sin TV, ansiosos citadinos, no ir. Ideal para los que disfrutan de una estadía en un lugar muy antiguo y muy bien conservado