6/10
El restaurante cerraba a las 7:30 pm en jueves y 8:30 pm en fines de semana; muy temprano para cenar.
Si no quieres padecer sed, debes llevar suficiente agua, ya que en las habitaciones solo hay una botellita de menos de un cuarto de litro por persona, y no había botellas en el restaurante.
Las sillas de mi cuarto eran incomodas, y no había manera de sentarse más que en el restaurante.
No llevan un buen control de la habitación en recepción (dijeron que mi habitación estaba vacía y yo la ocupaba) porque están más preocupados por las cuotas de los visitantes que no se hospedan ahí, ¡y hasta cometen groserías!
El personal del restaurante es muy amable, pero los alimentos no son buenos.
Lo que vale la pena: los jardines son bellísimos y el paisaje vale la pena. La parte histórica es impresionante.
Los precios de las habitaciones son altos porque no hay calidad. Recomiendo ir como turista a conocerlo y hospedarse en otra parte.
Cliente verificado
Viaje de 2 noches