10/10
María es una anfitriona excelente. Cuida de los huéspedes de manera exquisita y te hace sentir como en casa.
Las habitaciones son amplias, cómodas y disponen de una pequeña cocina muy bien equipada. El baño, limpio y espacioso es muy funcional.
Al lado mismo del alojamiento hay aparcamiento y un restaurante… qué más se puede pedir?
Pues sí, también hay una parada de autobús justo en la puerta que en 20’ te deja en Dubrovnik… mejor imposible.
María, gracias por ser un pedacito de cielo.
Joan Anton
Viaje de 2 noches en familia