Experiencia increíble, hay otros ryokans por la zona y en Kioto pero este mantiene esencia tradicional sumado a la ubicación que está es increíble.
Para llegar al hotel cogimos el bus JR3 desde la estación de Kioto, y nos recogieron el personal del hotel en la parada de Takao, muy amables llevándonos y ayudándonos a ajustar el itinerario de los días en Kioto.
Para salir del hotel te acercan a paradas cercanas que les digas, muy amables por su parte, y de ahí podías coger tren o bus, y para volver nosotros cogíamos taxi desde una parada cercana ya que apurábamos Kioto hasta por la noche.
El hotel es muy silencioso y cómodo, dormir en futones la verdad que es una experiencia, y por supuesto la habitación impecable limpia y tradicional. El desayuno es indispensable, nos encantó todo además de lo bien cuidado, limpio y rico que estaba todo.
Sin duda coger este Ryokan es un acierto, nosotros estuvimos 2 noches pero perfectamente puedes estar más y hacer rutas de santuarios que hay cercanos.