Estuve alojada en el mes de septiembre,con mi hijo de 6 años, me asignaron la "Posada da Torre" .
No fue una buena experiencia, y tuve que solicitar cambio al Sauipe Resort, en el cual había estado en otra oportunidad, pero por falta de lugar opte por las posadas al momento de efectuar mi reserva. La diferencia es abismal.
La habitación muy sencilla no fue el problema, pero el estado del cubre cama era una vergüenza, no se podían abrir las ventanas, había mucho olor a humedad y no llegaba la wifi.
En la posada se desayunaba, almorzaba y cenaba, pero si uno quería tomar algún trago o bebida fuera del horario, u utilizar las piletas, me asignaron el "Ala Agua" del Sauipe Resort, para lo cual había que movilizarse en un micro que pasaba cada 20 minutos, en lugar de asignarme los que estaban al lado que teniendo un menor de acompañante era mucho mas sencillo, y me trasladaba a pie.
No había muchas opciones de comida para niños.
Agradezco la atención de Elizangela, empleada de la recepción, que atendió y entendió mi reclamo, y colaboró para poder cambiarme de las posadas al resort. Fue muy atenta y considerada.