Hotel de 3 estrellas, sin grandes lujos como corresponde a su categoría, pero limpio, con buen personal que se esfuerzan en atenderte bien.
El menú del hotel en lo que respecta a las cenas está muy bien, cada día de la semana un bufet diferente (algunos realmente muy buenos), pero el desayuno (aunque no está mal la cantidad de productos) es muy repetitivo, siempre es lo mismo y claro después de 10 días terminas cansado de repetir.
Las habitaciones limpias, con aire acondicionado, televisor algo pequeño, baños con mamparas de cristal en las duchas, las cuales son verdaderamente amplias y modernas ..terraza pequeña, con vistas a la piscina o a la parte trasera del hotel. El resto de las instalaciones del hotel bien cuidadas, limpias y en perfecto estado.
Lo peor de todo, y la única pega que le pondré al hotel, es el ruido infernal que tuvimos que soportar las primeras noches, los culpables son algunos de los clientes jóvenes extranjeros y con poca educación que había alojados..gritos, voces, portazos, carreras por los pasillos...imposible dormir....cuando dejaron el hotel y empezó a llegar turismo "más normal" no hubo ningún problema.