Nos encantó la estancia en este hotel. Facil acceso y personal muy amable y atento. Habitación con grandes vistas al pueblo y a las montañas, varios detalles de bienvenida (fruta, chocolates..).
Lugar muy tranquilo, ya que no es considerado un destino turístico, por lo que es por lo que es ideal para desconectar y a pocos metros de las pistas por si tu elección es por el esquí.
La cena en el restaurante es espectacular, muy buen ambiente, variedad de carta y menús.
Muy recomendado y para repetir de nuevo.