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El hotel está maravillosamente situado para recorrer lo más importante a pie, frente al acuario y la hermosa Marina. Entras al hotel y dices wow, y a los gigantes cuartos y dices espectacular !!! El desayuno delicioso y lo más importante: la atención personalizada.
Es una joya este hotel! Sus techos de 7 metros de altura te hacen sentir en un palacio, todo impecable y decorado con piezas de arte. Súper elegante y a la vez cómodo. Volveré con toda la familia
Ma Leonor
Viaje de 2 noches entre amigos