El hotel está bien ubicado, más o menos a 10 min caminando desde la estación de trenes de Bologna, y a pocos minutos de Piazza Maggiore. El diseño y la decoración, sin embargo, no fue de nuestro gusto, era un estilo anticuado. Otro aspecto desfavorable es la alta temperatura del hotel y sus habitaciones en temporada de invierno, pasamos mucho calor y el aire acondicionado resultaba muy ruidoso. Tuvimos en primera instancia una mala experiencia con el wi-fi en una habitación del primer piso. Cuando consultamos este problema con el recepcionista, éste subio a nuestra habitación y nos dijo que lamentablemente el problema era de nuestros teléfonos, porque el sí tenía wifi en su móvil. Esta respuesta nos dejo decepcionados, por lo cual mi hija tuvo que bajar a la recepción para poder utilizar internet. Cuando el recepcionista la vió, le ofreció recién cambiarnos de habitación a una del quinto piso, mejor decorada y con buena señal de wifi. Si bien el problema fue solucionado, encontramos que la primera respuesta no fue la adecuada y tampoco fue amable de su parte, considerando que en la descripción del hotel señalan tener wifi en todas las habitaciones. Por otro lado, el desayuno era bueno, pero nuevamente la temperatura del comedor era altísima. En conclusión, no lo recomendamos a otros viajeros.