El hotel se encuentra a unas 15 cuadras de Termini, para llegar de noche, no resulta la mejor de las experiencias ya que es un camino bastante oscuro y no muy amigable.
En lo que refiere al hotel me parece correcto en líneas generales aunque muy antiguo, no posee ascensor para subir a las habitaciones superiores, la cama es de un escaso espesor y el baño es pequeño. El desayuno no es demasiado elaborado y, al tener pocas mesas en el interior, generalmente toca ir a tomarlo fuera del mismo. Esto, con el frío de la mañana en otoño o invierno, es realmente muy poco feliz.