El hotel esta muy bien, la ubicación es ideal ya que esta a sólo unos 300 metros de la entrada al centro histórico y fuera del mismo lo que hace que además sea tranquilo , principal atracción de Tallin.
Temas que en mi modesta opinión creo debería mejorar:
Desayuno: He encontrado a faltar más variedad de embutidos.
Habitación: En el baño debería tener más luz, ya que para uno afeitarse y las señoras arreglarse la he encontrado más bien escasa.
Piscina y Jacuzzi: Para mi las temperaturas no estaba bien, la piscina estaba demasiado fría y en cambio el jacuzzi muy caliente.
Teniendo la categoría que tiene no estaría de más que tuvieran alguna persona de vigilancia en la calle, ya que tiene sillas y mesas para los clientes pero como ha mucha gente pululando , los clientes estarían más seguros.
También pediría un poco más de amabilidad o simpatía del personal del hotel, pero por lo que he visto en esta semana, es general en este país. es muy difícil ver a personas que sonrían o te sonrían.
Al llegar 5 de la mañana tuvimos un problema ya que para mi hijo de 14 años, le pusieron una cuna de bebe, cuando al final alertamos al hotel, nos montaron el sofá cama, pero este sofá cama si no se le pone un colchón es imposible de dormir, lo alertamos y al día siguiente se nos facilitó el colchón solcitado
Por lo demás todo fue perfecto,