Llegamos al hotel apenas una hora antes del check in y no quisieron darnos la habitación, aunque el hotel estaba casi vacío. Entonces nos fuimos a comer al restaurante, y lo primero que nos dijeron fue que no tenían casi nada del menú porque no les llegó el pedido de compras, no habían ni siquiera refrescos. En la tarde solamente pedimos hielo y también fue negado porque no había. Al siguiente día, la piscina estaba super llena, porque resulta que venden pass day, dejando a los huéspedes sin espacios libres; cabe mencionar, que la gente que llegó a pasar el día, estaba consumiendo licor en la piscina y tenía muy poca educación. En general, pésimo servicio, lugar viejo y abandonado, sensación de inseguridad, FATAL.