Ubicación excelente. El trato recibido por parte del personal del hotel no fue bueno. La terraza es espectacular, las vistas desde la misma son fantásticas. Limpieza dudosa, cuando llegamos al hotel olía fatal, como a tubería o alcantarillado, recalco, dentro del hotel, fuera no. Habitaciones viejas y poco cuidadas. El desayuno es normalito, nada casero. En definitiva, si volvemos a Florencia buscaremos otro hotel y quizás cenemos algún día en la terraza que, junto con la ubicación, es lo único que se salva.