He pasado cinco noches en este hotel con mi madre en una habitación doble de camas individuales. Al llegar al hotel, el personal nos atendió estupendamente, ofreciendo toda ayuda posible. Nos cobraron una tarifa extra al llegar, pero nos intentaron informar acerca de ella amablemente. Me gustó mucho la información proporcionada en un librito en el escritorio de la habitación en el que se indicaban todos los bares, tiendas, urgencias de la zona.
Por otro lado, la habitación estaba muy limpia a diario y ambientada en el S.XIX.
El hotel se encuentra relativamente cerca de Alexanderplatz, aunque no se puede ir andando, pero a menos de 5 minutos andando hay una boca de metro, con lo que está muy bien comunicado. Además la zona es muy tranquila y no hay ruidos ni jaleos por el día ni por la noche.
A pesar de las bajas temperaturas, en ningún momento pasamos frío, puesto que la calefacción estaba puesta todos los días.
Mi madre y yo recomendamos este hotel a todo el que quiera un alojamiento cómodo, bonito y no muy caro y que esté bien comunicado para pasar unos días en la capital de Alemania.