No es la primera vez que me alojo en este hotel. Voy a Lille por razones de trabajo (que no son negocios). El precio es razonable y está muy bien situado, en pleno centro, bien comunicado por metro con las zonas más alejadas, en concreto con la Universidad de Lille, a la que se llega en pocos minutos con una frecuencia apabullante del servicio.
Encuentro sin embargo dos inconvenientes: el desayuno es excesivamente caro (17€) lo que me obliga a salir a desayunar fuera, lo cual no es muy cómodo. La otra pega es que la habitación que me dieron esta vez era sumamente pequeña, sin mesa ni silla para poder trabajar.