Hotel muy bonito, limpio, camas cómodas... además el baño tiene suelo radiante y eso es un plus, sobretodo cuando llegas de haber caminado por una ciudad en la que hace tanto frío.
El desayuno bueno y no especialmente caro. El personal muy amable.
No está céntrico pero está perfectamente comunicado por tranvia, bus y barco.
Hemos ido dos familias con niños y nos ha encantado, repetiriamos sin duda.