El primer día nos adjudicaron una habitación en el primer piso en la que la ventana no se podía cerrar del todo, lo que lo convertía en muy ruidosa. La mañana siguiente nos encontramos con el baño completamente hundido y, por suerte, nos cambiaron a otra en mejor estado.
El desayuno bastante completo y el personal muy agradable.
La ubicación, aunque muy cercana a la estación de tren, los alrededores muy ruidosos y sucios, con gente a todas horas.