Perfecta posada cerca de todo pero lejos del ruido intenso. Bonitas vistas, desayuno correcto, fuimos madre e hija de 20 y nos gustó mucho a las dos. Simplemente perfecta en su categoría. Es un destino para todas las edades, más seguro que el resto de Brasil, entretenido, gente amable, mar y playas preciosas, buenos restaurantes y panoramas... Lo tiene todo.