No recomiendo este hotel a nadie ni volvería, ha sido una mala experiencia, que cada vez ha ido a peor.
Nos hemos alojado en dos habitaciones diferentes, una en la suite de la planta ocho y la otra en la planta dos.
En la suite de la planta ocho estaba todo limpio pero no teníamos luces en los baños y teníamos que entrar con la linterna del móvil. El ascensor no funcionó en ningún momento así que tuvimos que utilizar las escaleras para subir y bajar todos los días y bajar las maletas.
La experiencia de la habitación de la planta dos horrorosa, el colchón estaba roto y no nos solucionaron nada, tuvimos que dormir en la otra dirección de la cama, con los pies colgando, toda la estancia sin poder descansar y con dolores de espalda. Además, había manchas asquerosas en la cama que no sabemos de qué son... Las sábanas, toallas y cubierto sucios, los interruptores rotos y la vitrocerámica también rota.
El último día se rompió la puerta del baño y tras pedir ayuda en numerosas ocasiones no nos dieron ninguna solución ni alternativa, estuvimos un día entero sin baño ya que tampoco hay baños públicos en el hotel. (O no nos los proporcionaron)
Por las noches no hay personal en recepción y nadie te ayuda, simplemente hablas con un chat en el que te dicen que al día siguiente se comunicarán contigo.
El personal de recepción nos comunicó que no podían cambiarnos de habitación porque no había ninguna disponible, pero intentamos reservar otra y había habitaciones libres.
No vuelvo más