Lo bueno del hotel es el precio, teniendo en cuenta lo carísimo que es Londres, y la ubicación cerca de la estación de Paddington, ya que nosotros fuimos un día a Oxford y el tren sale de esa estación.
Está un poco descuidado, le falta un lavado de cara, pero para ir a dormir es suficiente. Nosotros ocupamos dos habitaciones dobles y una de ellas era muy pequeña, tenían muy poco espacio para moverse.
El desayuno es básico pero suficiente.
Lo peor en mi opinión es que si necesitas dejar las maletas durante unas horas tras el check out las dejan en una sala sin cerrar.