La situación del hotel es buena, es un sitio tranquilo y agradable.
Sin embargo, la comunicación en la recepción fue complicada. El chico que nos atendió apenas hablaba inglés, así que nos tuvimos que apañar con mi francés de EGB.
Eramos tres, así que solicitamos una habitación doble con cama supletoria. La habitación era bastante pequeña: cama de matrimonio, escritorio y baño, todo comprimido en unos pocos m². Después de sacar la cama supletoria de debajo de la cama de matrimonio nos quedamos, literalmente, sin espacio para cruzar hasta el baño, de manera que teníamos que saltar por encima de la cama para llegar.