situado en una de las calles principales de Ao Nang Beach frente a la playa.Hotel tranquilo y silencioso a pesar de tener cerca la zona de movida.El comedor del hotel es a pie de playa, el desayuno lo haces con el mar y los long tail a escasos metros enfrente,una gozada.Rodeado de todo lo que puedas necesitar,tiendas,cajeros,restaurantes,thai massage,etc...
la habitacion amplia,limpia,comoda,con terraza y bañera en la propia habitacion a modo romantico si no quieres pegarte una ducha.
tanto la gente de recepcion como el servicio de habitaciones de 10.lo recomiendo y repetiria a ojos cerrados.