Lo que más me gustó es su localización. En pleno centro de Budapest, las instalaciones están muy limpias.
Lo que no me gustó es que cuando llegamos el sofá cama no estaba hecho, ni tan solo nos explicaron que era un sofa cama que estaba roto y que no se podia extender.
Al querer abrir el sofá cama vimos que estaba roto y se quedó bloqueado de forma que no podíamos dormir allí. Llamamos para ver si nos podían ayudar y nos dijeron que vendrían al día siguiente (por suerte supimos solucionarlo nosotros, si no hubiéramos tenido que dormir en el suelo).
La mañana siguiente llamamos a la oficina para decir que habíamos podido solucionar el problema.
Les dijimos que NO entraran en el apartamento, pues ya habíamos solucionado el tema del sofa cama y preferíamos que nadie entrara mientras nosotras no estábamos allí.
Sorpresa sorpresa cuando ese día al volver encontramos todos nuestros objetos movidos de sitio y un paraguas que habíamos dejado en el suelo completamente roto.
La mañana siguiente fuimos a la oficina y al principio nos decian que no habia entrado nadie en el apartamento, luego nos dijeron que habia entrado alguien de mantenimiento, despues que habia sido la responsable de la limpieza, pero esta misma, que se encontraba en la oficina en ese momento, negaba haber movido nada ni haberse dado cuenta de que habia roto el paraguas.
Al final nos compensaron con el taxi hacia el aeropuerto y quiero agradecer a Ella y a su amabilidad y gestión en el asunto.