El hotel está bien pero al llegar de otro en Bangkok con mejores prestaciones, éste nos decepcionó un poco.
La piscina está un poco encerrada por lo que no le da mucho sol. La verdad que no me inspiró mucha confianza por lo que no nos bañamos ningún día. La habitación de tamaño normal.
Respecto al desayuno, es muy "de andar por casa", la calidad de la comida es bastante pobre (croissants duros, nuggets y rollitos de primavera fritos de bolsa, café quemado...) y la presentación deja que desear (papel de cocina para absorber el aceito de los fritos, bol de mantequilla llena de migas de pan...). Además, te ofrecen una carta para que te cocinen algo, pero no probamos nada.
La ubicación es perfecta para hacer turismo ya que está cerca de los templos y de la zona de ocio nocturno, aunque en Chiang Mai puedes ir prácticamente andando a todos lados.