Excelente relación calidad-precio: Situación inmejorable, a pocos minutos a pie tanto de la zona centro (plaza Navona, Fontana de Trevi) como de la zona del Foro y el Coliseo. Exterior no muy atractivo pero el interior lo compensa con creces, sin excesos ni lujos pero moderno y muy limpio, camas cómodas, baño limpísimo y cómodo, ducha estupenda. Las ventanas aislan muy bien del ruido. Desayuno de buffet sin lujos pero bastante completo, sin huevos revueltos ni bacon (comprensible para un hotel pequeño), pero suficiente para mi gusto (tostadas, bollería, tartas, fruta, cereales, yogures, zumo recién exprimido..). Pedí una kettle para la habitación y me la pusieron sin problemas. Recepción abierta hasta las 10, pero se puede entrar por otra puerta a cualquier hora. En resumen, lo recomiendo, repetiré si vuelvo a Roma.