Es un hotel que claramente no fue diseñado por un arquitecto con nociones básicas. Pareciera más un garage con habitaciones que un hotel en sí: la entrada al estacionamiento es lo más destacado de la fachada del hotel, ya que el hall para recibir huéspedes es lateral; esto es lo primero que llama un poco la atención. Luego, el acceso a las habitaciones es por una escalera lateral dentro del garage mismo y todas las habitaciones del primer piso tienen ventanas que dan al pasillo del hotel (en mi caso sólo tenía esa ventana y ninguna al exterior excepto la ventanilla del baño).
Por otra parte, por desagradable que sea el comentario, el inodoro de la habitación, si bien nuevo, no tenía capacidad de evacuación y siempre uno tenía que colaborar con un balde (que en realidad era el tacho del baño).
En el desayuno, donde se nota la clase del hotel, fue de lo más escaso que vi en mi vida, y lo más insólito: a mi pregunta "¿pudiera traerme mermelada y manteca", la respuesta fue increíble "no acá no ofrecemos".
Soy generoso con la puntuación por la única razón que el personal fue amable y atento, pero he visto hoteles de 1 estrella mucho mejores y más accesibles que éste.