Hemos estado en Marrakech mi madre de 81 años y yo de 52. En principio la familia no querían que fuéramos dos mujeres solas en Marruecos. Escojimos el "Riad al Badia" porque teníamos referencias de que era un lugar muy familiar y es lo que buscábamos. Nos ayudaron he informaron muy bien de todo lo que se puede hacer en Marrakesh. La verdad és que en cinco días nos hicimos buenos amigos con todo el personal del hotel. Laurent, el director del hotel, nos ayudo con todo y más. También establecimos conversaciones muy interesantes, es una gran persona. Mohamed, cada dia nos recomendaba algunos lugares para visitar. Y por la noche ya teníamos a Jounes esperándonos con su sonrisa para darnos las buenas noches.
En cuanto Marrakesh puedo asegurar que es una ciudad donde te sientes bienvenido. La gente es muy amable, siempre quieren ayudar (aun que te pidan un "dinerito" a cambio) però son amables y cariñosos. El tagi buenísimo en todas partes. Para mi madre la comida fue un problema, (suerte tuvimos del suculento desayuno del hotel). Marrakesh està vista en tres días a ritmo tranquilo. Cada dia estuvimos en la plaza, puesto que a todas horas hay movida diferente ( llevad monedas en el bolsillo para dar a todos los que actúan allí, es su medio de vida y lo que hacen es espectáculo, y el espectáculo se tiene que pagar). Pasear por la medina tranquilos.
Estoy planeando otro viaje a Marrakech para llevar a mi marido e hijos. Es un lugar que vale la pena visitar alguna vez en la vida.