Hotel con mayoría de extrageros Alemanes, Ingleses y Polacos. Por ello todo muy orientado a ellos, desde horarios de comidas, tipo de desayuno y expectaculos.
Lo bueno: ubicación, se puede aparcar con facilidad fuera, buena atención del personal, habitaciones espaciosas, dos aires acondicionados, uno en cada habitación, estancia con familia agradable, buenas vistas de Cala Galdana.
A mejorar:
1) Comida... Para estancias prolongadas es repetitiva, y los postres dejan mucho que desear. Demasiado frito, y poco a la plancha. Hay self de ensaladas... y show cooking de plancha solo por las noches, muy básico...
2) Las camas del dormitorio bien, pero las camas sofás algo incómodas.
3) Animación... para niños y mayores. Casi inexistente.