Exactamente como esperaba: habitación limpia, con un baño, cambio de toalla cada dos días.
La habitación daba a una calle ruidosa, que cuando cerrabas la ventana no se oía apenas ruido.
Las paredes de las habitaciones eran delgadas, por lo que se podía oir ruidos del pasillo o otras habitaciones, igualmente el horario de dormir se respetaba, por lo que no había mayor inconveniente en cuanto a ruido.
El hotel está muy bien situado cerca del S-Bahn, Tram, centro comercial y parques.
Si vuelvo a Pasing , repetiré de hotel.