Muy buen hotel de montaña, sin apariencia excesivamente lujosa, pero nuevo, confortable y con todos los servicios que puedas necesitar. El que este al lado de la estación de tren, para poder desplazarte a Zermatt es una ventaja, pero también pensamos que podría ser un inconveniente por el ruido, pero no fue así. Perfectamente insonorizado. El restaurante recomendable, por variedad, calidad y precio.