La ducha inevitablemente inundaba el resto del minúsculo baño, y no había fregona, y ni siquiera alguna toalla que se pudiera usar para poder secar el suelo y no dejarlo todo empapado, ya que solamente había 1 toalla por persona.
Sin aire acondicionado, con los 36º que hacía esos días era horrible. Solamente un par de ventiladores, uno de ellos que apenas se notaba. El espacio con el sofá cama abierto no dejaba sitio para nada. No había tampoco menaje de cocina. En general, muy muy básico todo.