Es un buen hotel bien situado, muy cerca del metro y en el centro de la ciudad el desayuno es correcto y el personal de recepción muy amable. La limpieza es nula, no limpian los baños, por decir, los desagües están llenos de pelos, por lo tanto ni bañera, ni lavabo tragan como es debido. La taza del inodoro no la desinfectan de hecho tengo que decir que estaba manchada cuando me dieron la habitación. Tuvieron que cambiarnos la habitación al segundo día por el tema de los pelos decían que era un problema técnico (fontanero) y era de limpieza. Cuando limpian el inodoro no restriegan, simplemente "acarician" la porcelana y no se que productos usarán, pero desde luego no huele a limpieza. Es una pena que un buen hotel, de cuatro estrella, de esa penosa imagen en cuanto a limpieza del baño, pues la habitación no estaba mal.