Estuvimos yo y otros amigos por una noche en Milán y nos hospedamos en el hotel Raffaello, esta un poco lejos del centro pero exactamente en frente tiene una parada de tranvía con la que llegas al metro que te lleva al centro, en 20 minutos ya estas ahí. Por otro lado la habitación estaba muy cómoda, limpia y bonita, contaba con regaderas de masaje y muchos artículos de limpieza, el minibar estaba bien. La atención que nos dieron los empleados del hotel fue sensacional. Recomiendo mucho ir a este hotel si lo que se quiere es un bonito lugar para quedarse a un precio razonable, pero ojo la zona del lugar no es igual de bonita que el centro.