El hotel está cerquísima de la estación de metro, desde la que se tarda 15-20 minutos al Duomo. Las habitaciones bien equipadas, acogedoras, con muchas comodidades (la cama doble muy grande, la bañera estupenda, etc). El personal, por lo general, agradable y dispuesto a ayudarte. El desayuno muy completo (bollería, fiambre, frutas, tostadas, huevos revueltos, bacon y demás, cereales, zumos, etc). Para comer o cenar allí fuera de lo que es el desayuno, bastante caro. por todo lo demás, recomiendo encarecidamente alojarse en este hotel si viajas a Milán.