Lo mejor de este alojamiento, sin duda, fue el trato magnífico de los empleados. La localización también es magnífica, porque está a 3 minutos de la plaza esa de la Medina, creo que se llama. Te limpian la habitación a diario y puedes pedir té cuando te apetezca. La cama está muy bien también... No es viscoelástico, pero mi amigo y yo personalmente dormimos muy bien. La ducha nuestra tenía roto el enganche de la alcachofa, pero bueno, eso es una nimiedad, si se lo hubiera dicho a los empleados la habrían arreglado echando hostias seguro, y por poner alguna pega, el agua de la ducha tenía menos presión que lo normal aquí en España pero no lo considero algo importante, sinceramente, te duchas perfectamente, quejarse de esto sería un poco de ser pijotero. Lo único que sí eché en falta era algo de proteína en el desayuno, está muy bueno todo lo que te ponen pero es pan, dulces, un poco de queso y mantequilla y un zumo natural, eso sí. En general un sitio magnífico. Volvería y lo recomendaré.