El edificio donde se encuentran los apartamentos es histórico y muy auténtico, con una ubicación fantástica y vista a la Plaza del Anfiteatro. Lo malo del apartamento en el nos alojamos es que tenía un mal mantenimiento (cortinas caídas, puertas de armarios de la cocina descolgadas, agujero en ventana para aire acondicionado...) y a pesar de tener cocina carecía de tostador, microondas, sartenes... Le daría una puntuación máxima si cuidasen los detalles pero está un poco descuidado. Por lo demás, el apartamento es suficiente