El hotel está bastante bien ubicado, llegábamos a todos los lugares importantes caminando. Además unas calles más abajo, había una interesante zona llena de bares y restaurantes. Cenamos varias veces por la zona.
La habitación doble, muy bien de tamaño para dos, aunque nosotras la usamos poco, porque pasábamos mucho tiempo fuera.
El desayuno decente, para ser un hotel de *estrella. Pan, jamón y queso, mermeladas, máquina de cafés, bolleria, zumo de naranja. Todo muy bueno.
En general, una estancia muy agradable!
Lo recomendaría, y volveré si regreso a Roma.