Nada más llegar, el recepcionista, pese a que la hora de entrada era la una de la tarde, a las doce y media nos dejó pasar a la habitación. Además, dentro de la habitación/apartamento, muy bien las camas y el baño. Con respecto al baño, como la ducha era accesible para personas de mobilidad reducida, había que tener cuidado a la hora de ducharse para que no se saliera el agua, pero era entendible. La cocina, aunque no la utilizamos prácticamente a excepción del microondas, se veía limpia y suficiente para cocinar.