El Hotel es grande y muy bonito, brinda un gran servicio y la limpieza es destacable. Su desayuno incluido es bueno y tiene una excelente ubicación.
Además, tiene una gran historia, ya que fue la casa de Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, Patrona de Europa y de Italia. Por cierto, a un lado se encuentra una pequeña capilla en su honor, muy bonita también.
Sólo pondría dos peros:
1. Entre habitaciones se cuelan muchos ruidos.
2. Por alguna extraña razón te piden que para tomar agua potable la tomes de un grifo a la entrada de la propiedad y no en el grifo de tu habitación como ocurre convencionalmente en Europa.