El hotel es muy atractivo por su privilegiada ubicación: dentro del Parque Nacional, frente al majestuoso Macizo del Paine, en medio de la naturaleza, en contacto con la fauna... No obstante, dista mucho de ser un hotel de lujo. Las habitaciones son pequeñas y demasiado sencillas, el restaurante no tiene muchas alternativas y, por estar donde está, tampoco hay tanto por hacer, salvo las excursiones.
Eso sí, la atención de los meseros es exquisita, sobre todo en el lobby/bar; muy amables y preparan unas bebidas grandiosas. De hecho, algunos de ellos participan en competencias de coctelería.
Por otro lado, nosotros tuvimos mala suerte con la chica que reservaba las excursiones: no explicaba, tenía mala actitud y no buscaba ayudar.
De cualquier modo, la pasamos muy bien. El lugar, por sí solo, hace que valga la pena el trayecto. Creo que el Hotel Las Torres Patagonia es una gran alternativa para conocer el Parque Nacional. Existen otras alternativas, como el Eco Camping; pero yo me quedo con el hotel.
Creo que le vendrían bien un par de amenidades -dentro del hotel- para quienes no salen de excursión.