Fue una experiencia muy buena, sobre todo por Astrid que nos resolvió cualquier duda que teníamos, una excelente atención por parte de Astrid, solo su ayuda y atención valen la pena para hospedarse ahí! La ubicación es muy buena: a una cuadra del metro, de paradas de autobús, de oficina del tren, de los ferris hacia pudong y el mirador. En cuanto a las habitaciones obtienes lo que pagas, comidas y funcionales, sin ningún lujo.
Si me volvería a quedar aquí.